CINE Y PEDIATRIA 4
cine y pediatría 4 149 Tiempos de azúcar es una historia de amor imposible ambientada en la provincia de Alicante, en los paisajes que vivió el director en su infancia y en torno a la cultura mediterránea. La película fue rodada en distintas localidades de la Marina Baixa: Alfàs del Pi, Altea, Polop y Benidorm. Los días de rodaje supusieron una gran emoción para él y para todo un equipo, que vivió unas semanas llenas de magia. Y pasado el tiempo, muchos actores y técnicos que trabajaron en ella, siguen diciendo que fue uno de los rodajes más especiales en los que habían participado. Tiempos de azúcar supuso un paso muy importante en su carrera como director y para ello contó con Susana Prieto como coguionista, con Luís Ivars como responsable de una banda sonora muy especial y con un reparto espléndido (ente ellos, María Adánez, Carlos Fuentes, Charo López, Elisa Matilla, Roberto Álvarez y, como es habitual en él, con su mujer Verónica Forqué). Dos grandes pasiones han marcado la vida de Miguel desde niño: la entrega a su profesión y el profundo amor por Ángela. Cuando solo tenía siete años empezó a ayudar a su madre viuda en la empresa familiar (la pastelería) y convirtió su oficio, lleno de entrega y amor, en algo más que hacer pasteles. Con el paso del tiempo, consiguió hacer del pequeño obrador un negocio próspero y rentable, en donde su hermana menor le ayudaba tras la prematura muerte de su madre. En el amor por Ángela tuvo menos éxito: vecinos (puerta con puerta) y amigos inseparables, el tiempo hizo que esa amistad que se nos narra de niños y de adolescentes se fuera tiñendo de amor imposible en la juventud y que se mantuviera toda la vida. Miguel ( Carlos Fuentes de adulto) nunca se atrevió a confesar a Ángela ( María Adánez de adulta) sus sentimientos por temor a cortar sus sueños de libertad, su deseo de triunfo y su necesidad de trasladarse a una gran ciudad llena de maravillosas posibilidades. Miguel calló por amor y ella sintió pasar su vida al lado de otra persona. Muchos años más tarde, como si de una pequeña versión de “El amor en tiempos del cólera” se tratara, ya entrando en la madurez, Miguel y Ángela se confiesan sus verdaderos sentimientos. Pero, aunque a veces es tarde para echar marcha atrás, lo cierto es que en Tiempos de azúcar la provincia de Alicante se convirtió en un pequeño Macondo de Gabriel García Márquez , gracias al sentido y sensibilidad de Juan Luis Iborra.
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