CINE Y PEDIATRIA 5
102 publicado: sábado 26 de abril de 2014 Cine y Pediatría [224] “ N o sé cómo ha podido pasar, cómo ha podido ocurrir. He intentado intervenir, pero, de todas maneras, ¿habría podido hacer algo?” . Así comienza esta película, con un hombre en la puerta de su casa y una ambulancia y la policía frente a ella. Fundido en negro y, tras los créditos iniciales, una madre y un hijo adolescente bailan al ritmo de un chachachá con el sonido de una melódica canción en francés… Este es el inicio de una gran película, coproducción de Bélgica y Francia: Mi hijo ( Mon fils à moi en su idioma original, con capacidad de transmitir mejor el trasfondo de la cuestión), dirigida por el francés Martial Fougeron en 2006, toda una obra de arte para alguien que solo ha dirigido otro largometraje, casi desconocido, Oranges et pamplemousses (1997), si bien es un autor curtido en el teatro y que, en esta obra, nos enseña su garra y señas de identidad. “ Mi hijo ” no es mío…
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